Coordinadora de JUVENTUDES de IZQUIERDA: La J-CPS se pronuncia sobre la lucha de los pueblos amazónicos

LA SELVA ES DEL PUEBLO Y NO SERÁ PRIVADA

MANIFIESTO DE LA JUVENTUD DE LA COORDINADORA POLÍTICO SOCIAL AL PUEBLO PERUANO

Compatriotas:

Los jóvenes peruanos de izquierda, llenos de rabia e indignación, pero también de propuesta, nos encontramos con la palabra alzada y con el cuerpo dispuesto para continuar la lucha que han iniciado los hermanos amazónicos, desde nuestros diferentes espacios de trabajo político. Hemos sido testigos del irrespeto a los Derechos Humanos que cínicamente propugna el gobierno vendepatria de Alan García, conocemos de sobra sus famosos Estados de Emergencia y sabemos que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas son inimputables gracias a las leyes de García, para reprimir al pueblo.

Estamos concientes que este gobierno pretende destruir la unidad del pueblo, aniquilar las formas comunales tradicionales de trabajo y producción, arrasar con el medio ambiente y, sobretodo, pisotear la voz de los indígenas en nombre de la inversión privada y del servilismo a las transnacionales.

Por ello señalamos:

Que es necesaria la derogación inmediata de todos los decretos ilegítimos que este gobierno ha aprobado entre gallos y media noche con el aval de muchos congresistas que hoy fungen de héroes, pues, además de contribuir al remate de nuestros recursos naturales y de la Amazonía en general, perpetúan el privilegio al capital privado, la supremacía de las inversiones extranjeras y el modelo económico neoliberal, verdadera madre del cordero en todo este asunto. Pues debemos reconocer que es el sistema capitalista el que alberga estos abusos y los gesta, y solo oponiendo una alternativa distinta, las luchas populares concurrirán a buen futuro.

Que es de vital importancia el cese del Estado de Emergencia, el fin de la militarización de la zona y el desmontaje de las leyes que permiten la criminalización de la protesta, es decir, la verdadera solidaridad con nuestros hermanos amazónicos no radica sólo en agitar sus demandas y defenderlas, sino también en conducir estas luchas también al espacio jurídico, para desmantelar todo el andamiaje ilegal que con el pretexto del TLC lanzó García contra el pueblo y que se sustenta en explotación y garrote. Los crímenes contra nuestros compatriotas selváticos y el asesinato del hermano awajun Manuel Dekntai, así como el derramamiento de sangre en Cururay y Corral Quemado, dene ser esclarecidos hasta las últimas consecuencias, con sanciones ejemplares para los ejecutores y los actores intelectuales.

Que el Derecho a la Insurgencia no es violencia irracional como señalan malintencionadamente los medios de “desinformación” del gobierno y la derecha, sino, un derecho y un deber de todo pueblo digno, contemplado en las democracias de todo el planeta y que obliga a la ciudadanía a defender sus tradiciones, su trabajo y su dignidad, para salvaguardar la Patria ante los crímenes de los gobiernos sin representatividad popular y enemigos del pueblo.

Que la Amazonía peruana es territorio de las comunidades indígenas, a quienes se saqueó durante la colonia, y a cuyos habitantes se ignoró para la repartición de oportunidades desde los inicios de la república, pero no para la explotación inmisericorde del caucho, para la destrucción de pueblos enteros por el petróleo, para la extracción ilegal de biodiversidad, para la tala criminal de madera, desplazando miles de habitantes, corrompiendo los ríos e interrumpiendo ecosistemas. Y, por lo tanto, son los indígenas - tan amazónicos como peruanos -, los primeros llamados a opinar y decidir sobre su futuro como región viva y productiva, y por ello, sobre una parte importante de nuestro proyecto como país. Durante muchos años el Perú oficial ha olvidado esa gran extensión de territorio y riquezas que es la selva y, más aún, ha ignorado a sus habitantes, eso debe terminar.

Que la unidad del pueblo peruano frente al saqueo de nuestros recursos, debe ser la demostración de madurez política y deseos de construcción de una alternativa popular y masiva frente a las intenciones delincuenciales del gobierno. Este llamado de unidad ya lo iniciaron los más humildes con la solidez de sus protestas y con la valentía de sus actos, sólo nos resta desarrollarlo en la práctica, sin sectarismos ni mezquindades. Recordemos que el problema de los hermanos de la selva no es sino un problema más de los que enfrenta nuestro pueblo todos los días bajo este sistema y bajo este gobierno. Por ello no nos queda más que unificar las luchas e integrar las demandas en una Gran Plataforma de Lucha a nivel nacional rumbo a la jornada del 27 de mayo, día que debe marcar un hito en las jornadas populares de protesta y de propuesta. Esta unidad del pueblo peruano se construirá además, impulsando a los nuevos actores que representan a sus bases, para rejuvenecer a las ancladas y anquilosadas dirigencias. Esta unidad no debe quedarse en el mero planteamiento de solución económica, ni contentarse con meras reformas, esta unidad ha de plantearse un gran cambio.

Que es necesario solidarizarnos con el “Comité de Solidaridad con la Lucha Indígena”, iniciativa de los compañeros vecinos de la Amazonía, que sin ser miembros de las comunidades indígenas, comparten con ellos sus vivencias y pertenecen al mismo tráfago de sus sueños, esperanzas, trabajos y tradiciones. Nuestra labor es ser su voz allí, a donde ellos no llegan. La mejor manera de luchar hombro a hombro junto a nuestras hermanas y hermanos amazónicos, es haciendo lo que ellos hacen en este momento, en cada uno de nuestros gremios y espacios políticos.